Tal y como se desprende de una publicación de Ofcom (autoridad reguladora y de competencia del Reino Unido) sobre el precio del servicio de telecomunicación en diversos Estados europeos, los usuarios españoles pagan un 27,4% más en la cuota mensual media por un contrato estándar de internet y una línea telefónica. Mientras que la media europea paga 41,6 euros al mes, en España se desembolsan 53 euros.
En dicho informe aparece la media de otros países europeos por un contrato de internet con telefonía:
Alemania: 33,67 euros. Reino Unido: 40,67 euros. Italia: 45,67 euros. Francia: 35 euros al mes.
Las compañías justifican un coste más elevado por la inversión que conlleva desplegar de la infraestructura que lleva la fibra óptica hasta las viviendas, y que mejora la velocidad y la calidad de la conexión con la que nos conectamos a internet. Otra de las razones alegadas es la inversión por emitir contenidos en streaming, como el paquete de televisión con el que pueden verse, por ejemplo, los partidos de futbol. De este modo, si se contrata una compañía “low cost”, sin contenido streaming, solicitando únicamente una conexión a internet y sin teléfono fijo, el precio se reduce. Pero igualmente, esto no explica por qué internet es más caro en España que en el resto de Europa.
La liberalización del mercado de telecomunicaciones, con el supuesto fin de “favorecer al consumidor”, consiguió que la antigua empresa nacional, Telefónica, fuese la propietaria de la mayor red de telefonía y acceso a internet de todo el país. Esto provocó que los operadores alternativos, sin red propia, tuvieran que alquilar la línea a Telefónica para venderla después al usuario final, dejando poco margen para poder ofrecer un precio verdaderamente competitivo. Sin olvidar que hasta hace pocos años el 40% de España tenía un solo operador posible: Telefónica.
Durante más de una década, la inversión que hace Telefónica para optimizar la red es lenta e ineficiente. Y pese a existir un libre mercado, las redes heredadas de la antigua empresa pública otorgaron a la compañía privada un monopolio pagado con impuestos de los ciudadanos, pero con beneficios privados.
¿La liberalización del mercado es la culpable de que España tenga el internet más caro? Más bien, la forma en la que se “liberalizó” el mercado. En lugar de crear una libre competencia donde las empresas pudieran esforzarse por conseguir el mejor precio, se privatizó una empresa pública y se le permitió heredar la red que había pertenecido a todos los ciudadanos y que pudo haber sido el gran impulsor de la modernización tecnológica española. Las nuevas compañías lo tuvieron muy difícil para vender sus servicios a un precio más bajo y conseguir beneficios, por lo que durante mucho se han visto obligadas a ofrecer tarifas muy similares a la todopoderosa Telefónica, degenerando en la situación que se vive actualmente.
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