Seis personas perdieron la vida y 16 más sufrieron heridas de diferente consideración, seis de ellas en estado grave, en un accidente sucedido la tarde de este sábado en uno de los tramos del Rally de A Coruña.
Según informan fuentes de la Guardia Civil, una de las fallecidas era una niña menor de edad y otras tres más son mujeres, dos estaban embarazadas, una de ellas a escasas semanas de dar a luz. También murió, según apuntan las primeras informaciones, la pareja de esta última.
La tragedia golpeó a esta prueba del campeonato gallego cuando uno de los vehículos participantes arrolló a decenas de espectadores en un paraje del municipio de Carral, a 20 kilómetros de la capital. El accidente se produjo en torno a las ocho de la tarde de ayer en una zona aparentemente segura, en una pequeña recta dentro de un tramo con gran afluencia, legendario por su expectación durante los últimos años y además próximo a una localidad que celebraba durante estos días sus fiestas patronales.
Uno de los coches, un Peugeot 206, entró a gran velocidad en una curva hacia la derecha que se toma a gran velocidad, perdió el control al tocar con la rueda en un desnivel y derivó hacia una de las cunetas en sentido contrario al de su marcha y levantando una gran polvareda. “Se trata de un sector ligeramente descendente y el coche se salió por su derecha”, explicaron un capitán y un teniente coronel de la Guardia Civil de Tráfico.
La zona estaba atestada de público ubicado en una pequeña ladera de hierba apenas elevada sobre la carretera. Varios niños que presenciaban la competición resultaron afectados por el atropello y cinco de ellos, dos heridos leves y los otros tres con heridas de gravedad, fueron trasladados a diversos centros hospitalarios de A Coruña. Uno de los pequeños afectados, con heridas de menor consideración, perdió en el accidente a su madre y a una hermana.
El rally en el que participaban más de 130 competidores, que en su día llegó a ser valedero para el campeonato de Europa y siempre ha gozado de un gran seguimiento entre los aficionados gallegos, quedó de inmediato suspendido. También las fiestas de Carral cesaron de inmediato, la música calló y de inmediato un espeso silencio recorrió la villa, colapsada además por los servicios sanitarios que se aplicaron para evacuar a los heridos. Se produce además la triste coincidencia de que el equipo implicado en el accidente, conducido por Sergio Tabeayo con Luis Prego como copiloto, es de la misma comarca donde se produjo el percance.
Ambos resultaron ilesos, pero según relataron los portavoces de la Guardia Civil estaban siendo atendidos a primera hora de la noche por psicólogos. “Están incluso más afectados que los propios familiares”, apuntaron miembros de Protección Civil. Un juzgado de A Coruña ha abierto diligencias y se investigan posibles responsabilidades. Miembros de la organización declinaron pronunciarse sobre las causas del accidente, pero varios testigos apuntan a que minutos antes del percance, comisarios de la carrera pasaron por el tramo pidiendo a los asistentes que se apartaran de las cunetas.
“No parecía una zona peligrosa, la gente estaba sentada en la cuneta”, apuntó José Luis Fernández Mouriño, el alcalde de Carral, en declaraciones efectuadas a la radio autonómica gallega. “Era un día de fiesta, estaba saliendo todo bien y te llaman para esto…”, apuntó abatido. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, expresó a través de Twitter su sentimiento de pesar tras lo sucedido. “El Rally de La Coruña se tiñe de luto. Mi sentido pésame por los fallecidos y deseos de pronta y completa recuperación a los heridos”.
También Miguel Cardenal, presidente del Consejo Superior de Deportes, lamentó lo ocurrido: “Un mensaje de consuelo y afecto a las familias y amigos de los fallecidos que habían acudido a disfrutar de un rally”. El máximo organismo español del deporte determinó que este domingo se guarde un minuto de silencio en todas las competiciones que se disputen en el país.
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