NUEVA YORK.- Ingrid Lederhaas-Okun, exejecutiva de Tiffany & Co., fue sentenciada a un año y un día de prisión por robar más de un millón de dólares en joyas de la empresa, específicamente de la tienda localizada en la Quinta Avenida, en Manhattan.
Lederhaas-Okun trabajaba como vicepresidenta de desarrollo de productos de Tiffany, por lo que estaba autorizada a sacar joyas de los distintos establecimientos de la cadena para mostrarlas a potenciales manufactureros.
Sin embargo, las autoridades alegaron que cuando la mujer renunció a Tiffany, se descubrió que no había devuelto cerca de 165 joyas, cuyo valor sobrepasaba $1.3 millones.
Al ser interrogada, la mujer admitió que había guardado las joyas en su residencia, en Darien, Connecticut.
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