Los beneficios del yogur, ¿verdad o mito?


Los supuestos beneficios que el yogur, y cualquier producto a base de leche fermentada, aporta a la salud han contribuido mucho a aumentar su éxito. Muchas de sus bondades han sido probadas: es más digestivo que la leche y ayuda a cortar las diarreas. Otras, sin embargo, requieren ser confirmadas en humanos, puesto que únicamente se han verificado en ratones.

Desde hace siglos, y mucho antes incluso de que suscitara interés científico, se le ha atribuido a la leche fermentada una serie de efectos beneficiosos para la salud.

Fue a comienzos del siglo pasado que Metchnikoff, premio Nobel en 1908, lanzó la hipótesis de que las bacterias lácticas permitían mejorar la salud y aumentar la longevidad.

A partir de entonces las investigaciones empezaron a multiplicarse. Pesa a todo, los estudios llevados a cabo en personas son escasos y la mayoría de los efectos sobre la salud aún se desconocen.

Se estima que, en la actualidad, los productos a base de leche fermentada tienen un efecto probiótico, es decir, que su consumo conlleva la ingesta de infinidad de bacterias vivas beneficiosas para el organismo. Se trata, en su mayoría, de bacterias o levaduras presentes en los alimentos; en el caso de la leche fermentada, se trata de fermentos lácticos.
Más digestivo que la leche

La lactosa del yogur se asimila más fácilmente que la de la leche, porque ha sido parcialmente transformada. En efecto, ciertas personas presentan una actividad baja de la lactasa, la enzima responsable de digerir la lactosa.

En algunas personas, el consumo de leche se traduce en problemas digestivos más o menos importantes (dolores abdominales, gases y diarreas eventuales). En los yogures, los fermentos lácticos actúan sobre la lactosa convirtiendo una parte en ácido láctico.

Reemplazar la leche por yogur conlleva una mejor absorción y una mayor tolerancia de la lactosa en las personas con intolerancia primaria o secundaria.
Útil contra la diarrea

El uso de la leche fermentada en la prevención, e incluso en el tratamiento de las diarreas, viene de largo. Aunque el origen de las diarreas infantiles no siempre se conoce, numerosos trabajos científicos han demostrado la utilidad de emplear yogur y otro tipo de leche fermentada en su tratamiento.

El yogur, la leche fermentada mediante bifidobacterias o la asociación de los fermentos del yogur a una cepa de Lactobacillus casei permitiría una curación más rápida de ciertas diarreas, siempre con el consentimiento médico.

Acelerar el tránsito lento

Se ha podido constatar que el consumo regular de leche fermentada rica en bifidobacterias mejora el tránsito lento en las mujeres. Sin embargo, no se ha observado ningún efecto positivo con el yogur.
Los beneficios sobre el colesterol aún son inciertos

Son muchos los estudios que se han realizado con el fin de demostrar las propiedades hipocolesterolemiantes (que bajan el colesterol) del yogur y de otras leches fermentadas. No obstante, los resultados ha sido bastante contradictorios y no permiten llegar a ninguna conclusión. 

Con todo, es posible afirmar que el consumo regular de yogur o de otros productos a base de leche fermentada no aumenta el índice de colesterol en la sangre.
Las líneas de estudio

Las líneas de estudio son numerosas, pero aún deben ser confirmadas. Algunas de ellas están dirigidas a identificar el rol protector de ciertos fermentos lácticos en la aparición del cáncer de colon o la acción beneficiosa que ejercen en el sistema inmunitario.

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