Washington.- El presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, Robert Menéndez, consideró que la reforma migratoria podría tener un voto definitivo en la Cámara Alta antes del receso legislativo del 4 de julio, y reiteró que su bancada impedirá "píldoras venenosas" para descarrilar la medida.
"En el Senado espero que quizá lleguemos a junio para el debate, y tener un voto definitivo antes del receso del 4 de julio (festivo por el Día de la Independencia). Eso puede demorarse un poco y siempre es posible, pero mientras sigamos por esta vía, estamos en una vía bastante positiva", dijo Menéndez en una mesa redonda con un pequeño grupo de medios en español.
No obstante, destacó la necesidad de que el Senado, bajo control demócrata, pueda conseguir un voto "bastante nutrido" -al menos 60 votos, de un total de 100 escaños-, para bloquear cualquier esfuerzo obstruccionista de los detractores de la reforma.
En ese sentido, señaló con nombre y apellido a los senadores republicanos Jeff Sessions, Charles Grassley y David Vitter como algunos de los detractores "que sé que van a participar en un esfuerzo de filibusterismo (obstrucción del voto)".
"Tenemos que conseguir los 60 votos. Queremos conseguir el mayor número de votos posibles para impulsar el mensaje de que la pelota está en la cancha" de la Cámara de Representantes, una vez que el Senado vote la reforma migratoria, observó Menéndez.
Preguntado sobre el posible cronograma en la Cámara Baja, Menéndez dijo que sólo podía especular, en base al ritmo actual del debate, que "quizá" ese órgano legislativo anuncie un acuerdo migratorio antes de fin de este mes, lo someta a debate y enmiendas entre junio y julio, y finalmente lo someta a voto definitivo en septiembre próximo.
"Lo interesante de lo de la Cámara de Representantes es que allí verás dónde está el liderazgo" de ese órgano legislativo, dijo Ménendez, demócrata por Nueva Jersey y miembro del "Grupo de los ocho" demócratas y republicanos que negociaron la reforma migratoria en el Senado.
Menéndez dejó en claro que su bancada no permitirá "píldoras venenosas", al referirse a enmiendas que limiten o pongan trabas a la reforma migratoria, sobre todo en áreas como la reunificación familiar o el número de indocumentados que podrían regularizarse.
Preguntado por Efe sobre si los problemas políticos que afronta la Administración Obama podrían debilitar el apoyo a la reforma migratoria, Menéndez confío en que el Congreso podrá mantener el espíritu bipartidista.
La Casa Blanca se mantiene a la defensiva frente a ataques republicanos sobre su manejo del atentado contra el consulado estadounidense en la ciudad libia de Bengasi en 2012, el presunto escrutinio del Servicio de Rentas Internas (Hacienda) de grupos conservadores por motivaciones políticas y el espionaje del Departamento de Justicia a la agencia de noticias AP.
Menéndez consideró que las nuevas acusaciones republicanas de que la Administración Obama encubrió el origen terrorista del atentado en Bengasi tiene un cariz "completamente político", y recordó que el Senado ha realizado al menos ocho audiencias para analizar la respuesta al atentado y las medidas para aumentar la protección en complejos diplomáticos.
"No creo que los republicanos quieran recibir el rechazo de la comunidad inmigrante y la comunidad latina, cuando vean que (los republicanos) usaron una excusa política para descarrilar el esfuerzo de la reforma migratoria", enfatizó Menéndez.
"El 'Grupo de los ocho' hemos invertido demasiado tiempo y tenemos las mismas metas como para permitir que se descarrile esto por temas ajenos al tema de la reforma migratoria", agregó.
Menéndez tiene previsto realizar una asamblea popular a través de Twitter la primera semana de junio próximo, como parte de las medidas de presión a favor de la reforma, dijo su oficina.
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