Científicos han conseguido construir un marcapasos que bien podría llamarse biológico, al convertir parte del músculo del corazón en células capaces de regular los latidos.
Los latidos son controlados por señales eléctricas que, al fallar, podrían tener fatales consecuencias.
Investigadores estadounidenses inyectaron un virus genéticamente modificado en conejillos de indias y consiguieron convertir partes de su corazón en un nuevo y funcional marcapasos.
El estudio fue publicado en la revista Nature Biotechnology.
El corazón humano está compuesto por miles de millones de células. De ellas, dicen los investigadores, menos de 10.000 son responsables de controlar los latidos.
Tanto la edad como las enfermedades pueden provocar que el bombeo del corazón sea demasiado rápido o demasiado lento, o incluso ocasionar que se detenga por completo, en lo que se conoce como paro cardíaco.
La solución en estos casos: implantar un marcapasos que trabaja con baterías y mantiene al corazón en marcha.
Latidos: Pero ahora el equipo de investigadores del Instituto Cedars-Sinai Heart ha encontrado otra solución al intentar restaurar la capacidad propia del corazón para dictar el ritmo de los latidos, mediante la creación de nuevas células.
Para ello, infectaron las células del músculo del corazón con un virus que contenía el gen conocido como Tbx18, que normalmente está activo cuando se forman las células que regulan los latidos durante el desarrollo normal de un embrión.
Una vez infectadas, las células se volvieron más pequeñas, delgadas y largas a medida que adquirían los "rasgos distintivos de las células marcapasos", se lee en el informe.
Cuando el virus fue inyectado en una región específica de los corazones de los siete conejillos de indias, cinco de ellos mostraron latidos que habían sido originados por su nuevo marcapasos.
Uno de los investigadores, el doctor Hee Cheol Cho del Cedars-Sinai, dijo a la BBC que espera que el mismo método funcione con el corazón humano, puesto que utilizaron un gen humano (Tbx18) para generar el efecto.
Sin batería: Sin embargo, se necesitarán muchas más pruebas con animales antes de que la técnica pueda ser considerada en humanos.
Cho explica: "Los dispositivos electrónicos se limitan a la duración de la batería".
"Complicaciones como el desplazamiento, la rotura o el enredo de los cables son comunes y pueden ser catastróficas. La incidencia de infecciones bacterianas por causa de los dispositivos continúa en aumento y los pacientes pediátricos tienen el problema de que el dispositivo no 'crece' ellos".
"Todos estos problemas pueden ser resueltos con un marcapasos biológico".
El profesor Jeremy Pearson, director médico asociado de la Fundación Británica del Corazón, explicó que "la capacidad de transformar células comunes en células marcapasos de esta manera es muy novedosa y científicamente fascinante.
"Esto abre la tentadora posibilidad de utilizar la terapia celular para restaurar el ritmo cardíaco normal en las personas que de otro modo necesitarían marcapasos electrónicos".
"Sin embargo, aún hace falta mucha más investigación para saber si estos hallazgos podrán ayudar a las personas con enfermedades del corazón en el futuro".
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