NUEVA YORK - El senador Adriano Espaillat se unió ayer a representantes de la comunidad dominicana en Nueva York para pedir al gobierno quisqueyano que reconsidere la medida que prohíbe la importación de ropa usada desde el exterior.
"Se trata de una decisión absolutamente salomónica", declaró Espaillat en conferencia de prensa. "Es una falta total de consideración hacia todas las familias pobres de República Dominicana que necesitan de verdad de esos artículos de segunda mano, y todo basándose en una ley que está obsoleta".
El pasado 16 de julio, la Dirección General de Aduanas del país isleño envió una comunicación instruyendo a los funcionarios de aduanas y puertos para informarles de la prohibición de importación de ropa usada y ordenando decomisar dichos artículos, amparándose en una ley redactada en 1973.
"Se está haciendo una interpretación exagerada de una ley que sólo prohíbe realmente la importación de ropa procedente de clínicas y hospitales", dijo el senador. "Por lo que pedimos al nuevo presidente, Danilo Medina, que reflexione y piense en qué es lo mejor para los dominicanos".
El Club Empresarial de Embarcadores Dominicanos en USA ha enviado también una carta a Rafael Camilo, director general de aduanas, pidiendo que reconsidere su decisión.
"Llegamos a la conclusión que la preocupación del legislador en los años 70 era mantener al país libre de una serie de enfermedades contagiosas para los que en ese momento no había los avances para combatirlas", dice uno de los párrafos de la misiva. "Pero, según estudios realizados por la Organización Mundial de la Salud y Unicef, esas enfermedades están prácticamente erradicadas del mundo".
El senador Espaillat fue también preguntado sobre si detrás de esa decisión están los intereses de los comerciantes dominicanos, que no quieren que el envío de artículos de segunda mano desde el exterior altere sus ventas.
"Esto es un tema de carácter humanitario, y cualquier interés comercial se debería dejar al margen", respondió Espaillat. "Los envíos, además están plenamente identificados y van directamente a las familias dominicanas. Su destino no son los mercados de pulgas para hacer competencia a los negocios dominicanos".
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