La Tierra ha sufrido en los últimos tres días dos tormentas magnéticas, según ha informado la Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos.
La primera de ellas comenzó en la noche del sábado y concluyó la noche del día siguiente. Sin embargo, la situación se calmó durante doce horas y este lunes comenzaba una nueva tormenta magnética. Las tormentas magnéticas surgen en la Tierra cuando el plasma arrojado por el Sol alcanza la magnetosfera terrestre.
Las partículas cargadas provocan perturbaciones geomagnéticas. Si son fuertes, pueden ocurrir fallos en el funcionamiento de los aparatos electrónicos, la comunicación radial y redes eléctricas. En este caso, la tormenta magnética es resultado de la combinación de dos expulsiones de la masa coronaria solar que se produjeron el pasado 9 de junio en la mancha solar conocida como 1504, situada en la superficie visible del Sol.
También, el 13 y el 14 de junio fueron registradas en dicha mancha otras dos potentes llamaradas seguidas de emisiones del plasma solar. Según ha explicado NOAA, la velocidad de la primera emisión fue relativamente moderada, de 604 kilómetros por segundo. Pero la segunda se caracterizó por una "alta" velocidad, de 1.360 kilómetros por segundo. Ambas nubes alcanzaron la Tierra casi simultáneamente, el 17 de junio.
Las perturbaciones magnéticas que se han registrado este lunes y el pasado fin de semana son, con mucha probabilidad, el resultado de ese "ataque combinado", según lo ha definido NOAA.
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