En los últimos años, una gran cantidad de cantantes cristianos ha invadido la radio secular, debido a la calidad, a la belleza y al mensaje de las canciones dedicadas a Dios, al amor y a situaciones especiales de la vida, tanto de artistas dominicanos como de extranjeros.
Es el caso del tema “Yo te extrañaré”, del dúo Tercer Cielo, integrado por los esposos Juan Carlos Rodríguez (dominicano) y Evelyn Herrera (mexicana), que ha sustituido el clásico “Cuando un amigo se va”, de Alberto Cortez, para despedir a un ser querido.
Otra canción de estos jóvenes que todavía ocupa espacios en la programación de las estaciones de música suave de República Dominicana es “Mi último día”.
Lo mismo puede decirse de la mexicana Marcela Gándara y su himno “Supe que me amabas” y “Tú estás aquí”. Este último en presentación con Jesús Adrián Romero, cantante y pastor mexicano que se proyecta muy bien en la radio dominicana con éxitos como “Que seas mi universo”, “Paz en la tormenta” (con Marcos Witt) y “La niña de tus ojos”, tema del que Daniel Calveti también tiene su versión.
Romero, quien llena estadios cada vez que viene a Santo Domingo, suena además con la joven cantante dominicana Lilly Goodman en la canción “Ven te necesito”. Goodman, de hermosa voz, a su vez se escucha en las emisoras seculares de su país con cortes como “Repárame, “Vuelve a casa”, “Cuán grande es” y “Dame una palabra”.
Otro dominicano que los programadores no cristianos toman en cuenta para la difusión de sus composiciones es Marcos Yaroide (hijo del fenecido músico típico Dionisio Mejía “Guandulito”). Yaroide es uno de los artistas más sonados en el país con la canción “Todo se lo debo a Él”.
Nancy Amancio, otra de nuestras mejores representantes cristianas, es la intérprete de “Cuando oras”.
De amplia popularidad en su país, República Dominicana, es el grupo Alfareros, que además de la difusión en la radio local, ha logrado una extraordinaria proyección internacional. Este ministerio de música católica contemporánea nace de la intención de un grupo de jóvenes en La Romana de agregar elementos musicales fuera de lo común a una eucaristía que se celebraría el día de Corpus Christi, en el año 1995.
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