SANTO DOMINGO. Los campamentos son una buena alternativa para mantener a los niños en actividades que puedan garantizar su creatividad, diversión y aprendizaje. Permiten el sano esparcimiento, además de un contacto directo con personas de su edad, aprenden a valerse por sí mismos en muchos aspectos, asimilan la relación con otros niños y pierden miedo. Sin embargo, hay que saber elegir el campamento adecuado que pueda suplir las necesidades y que al mismo tiempo proporcione actividades que les permitan ejercitarse tanto mental como físicamente, además de que sea económico, confiable, educativo y con la garantía de que los niños estén en buenas manos.
Según señala Maribel Medina, pediatra, uno de los principales aspectos que como padres hay que tomar en cuenta, es la calidad profesional del personal que estará a cargo de los hijos. "Es importante que aparte de tener la preparación académica para el reforzamiento de las actividades educativas, tengan también las destrezas y los conocimientos necesarios en el manejo y la prevención de los accidentes, los cuales suelen ser más frecuentes en verano. También es muy importante el plantel donde será impartido el campamento, el cual, de preferencia, debe contar con espacio físico techado y también al aire libre, y por supuesto que tenga una edificación libre de peligros", sostiene.
Se recomiendan aquellos que incluyen actividades físicas con disciplinas, como natación, karate, ballet; actividades recreativas y educativas -reforestación por ejemplo- o con deportes al aire libre, y en caso de los niños que hayan quedado con alguna "laguna" del año escolar, aquellos que aparte de las actividades físicas, ofrezcan también reforzamiento en matemáticas, idiomas, lecturas etc, dice Medina.
En cuanto a la edad, resalta que lo ideal es que sea cuando el niño tenga control de esfínteres, lo que le da cierta independencia y disminuye la posibilidad de infecciones urinarias, tan frecuentes en las niñas sobre todo, y que también el infante sea capaz de comunicarse, etapa que se da de los tres años en adelante.
Necesidad
Actividades físicas, creativas, aprender a integrarse a grupos diferentes, un refuerzo académico o un programa que contribuya a elevar su concentración y disciplina, pueden darles a su hijo o hija la experiencia que contribuya a su sano desarrollo. Recuerde que un campamento no es solo pasatiempo o diversión, es una excelente oportunidad para trabajar determinadas áreas de tus pequeños.
Es muy importante que los organizadores conozcan si el niño padece de enfermedades y si es alérgico a algún medicamento, plantas o alimentos, ya que con esto podrán ayudar a prevenir crisis.
Algunas instituciones del área médica recomiendan a los padres que antes de llevar al niño al campamento les hagan una evaluación, para llevar un diagnóstico reciente de la situación de salud del menor.
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