Entre las propuestas de desarrollo del sector turismo hechas por el especialista francés Jacques Attali está el diseño de un plan de comunicación internacional para cambiar la imagen del país, ya que al parecer República Dominicana se encuentra, en todas las clasificaciones, en una posición media y en el mundo turístico parece condenado a su imagen de “destino de masas y económico”.
Attali en sus recomendaciones para lograr la Estrategia Nacional de Desarrollo 2010-2030, ha afirmado que “ninguna clasificación internacional, ya sea económica, cultural o social, parece poder colocar al país en primera posición, ni siquiera en un trío de cabecera”. Otra de las sugerencias es favorecer la implantación de productos hoteleros de alto lujo, ya que el especialista destaca como uno de los obstáculos del turismo dominicano que no produce el valor económico que debería generar por su volumen. Attali ha expresado que muestra de eso es que el sector sólo representaba en 2009 el 7% del PIB del país, tres veces por debajo del sector de las telecomunicaciones.
El experto francés ha indicado que el modelo ‘todo incluido’ y la importación generalizada de los productos hoteleros penalizan fuertemente las repercusiones económicas del sector.
Attali recuerda que el turismo de masas está entre las causas de tres males que identifica la Organización Mundial de Turismo (OMT), pues beneficia poco a la economía del país debido a un bajo poder adquisitivo; no hace avanzar el nivel de servicio y no favorece la formación de personal local y, por último, degrada el medio ambiente, ya sea por un urbanismo salvaje o por una contaminación endémica. Es por esta situación que Attali favorece la creación de uno o dos centros hoteleros que tengan el nivel de los hoteles de gran lujo internacionales, que dispongan de un entorno excepcional, de una prestación de gama alta (golf, spa o playa privada) y de una calidad de servicio irreprochable.
El experto contratado por el Gobierno, sugiere la implantación de una zona de ecoturismo en el centro del país, ya que éste no debería contentarse con un turismo de playa que se expone a una fuerte competencia mundial y a un bajo índice de diferenciación. Otra idea es la implantación de industrias proveedoras de hotelería según los estándares internacionales. Para ello, el turismo debe canalizar una industria manufacturera nacional. Las empresas de explotación hotelera deben poder comprar los suministros corrientes necesarios para su actividad en el país y no importarlos (como es el caso hoy día para el 40 % de las compras hoteleras), dice.
Otro punto sugerido es reforzar las escuelas hoteleras mediante asociaciones extranjeras desde el nivel de secundaria hasta el nivel de máster y el financiamiento público de las escuelas de esa área y asegurar el aumento cualitativo de la formación impartida. Según recoge el Hoy, el informe recuerda que la calidad de servicio es hoy un criterio determinante para el turista y para los operadores, tras indicar que el currículo pedagógico de estas escuelas, además de las formaciones propias de la industria, deberá ofrecer prácticas en el extranjero e imponer un perfecto dominio del idioma inglés.
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