PUERTO PLATA.-Una de las causas fundamentales del desplome del turismo en la provincia de Puerto Plata fue que a la mayoría de los puertoplateños se les olvidó que el éxito de un destino turístico está determinado por la satisfacción plena al turista y cometimos errores garrafales dejando que Puerto Plata perdiera muchos de sus atractivos.
Entre las pifias cometidas estúpidamente cabe cita la contaminación de las playas, la depredación de la montaña Isabel de Torres, la arrabalización de la ciudad, la inseguridad, las molestias, precios abusivos, la mala calidad de muchas artesanías, el deterioro de las plantas físicas y los servicios de los hoteles y otros mayúsculos errores.
Se nos olvidó de plano que los turistas acuden a centro turístico para divertirse y buscando una experiencia placentera y que todos los esfuerzos de las autoridades, los empresarios, los comerciantes y toda la población deben estar focalizados a garantizar que ese deseo de los visitantes sea satisfecho a cabalidad.
Además de cometer los errores que se les atribuyen, a los empresarios turísticos se les olvidó que también debían poner todo su empeño para que el turismo en Puerto Plata fuera una fuente ilimitada de ganancias para ellos, sino que debían propiciar que la actividad turística fuera una experiencia agradable, placentera y rentable para los puertoplateños.
A los planificadores del destino Puerto Plata también se les olvidó que el éxito de un centro de atracción turística está determinado, precisamente, por la satisfacción plena del turista y que los habitantes del destino turístico puedan mejorar sus condiciones materiales de vida, educativas lúdicas para que quieran integrarse a plenitud a su defensa.
Según los expertos en planeamiento en turismo, el éxito de un destino turístico se subdivide en dos etapas o fases lógicas:
1. El logro del éxito y
2. El mantenimiento del éxito.
El logro del éxito y su mantenimiento
Charles Kaiser Junior. y Larry E. Helbert señalan en la página 28 de su libro "Turismo, Planeamiento y Desarrollo" que en relación a un centro turístico, el éxito tiende a medirse en forma casi invariable en término de crecimiento.
Sobre el mantenimiento del éxito Kaiser Junior y Helbert indican el turismo es dinámico y sinónimo de cambio, lo que determina que la esencia misma del negocio turístico o de los turistas que visitan un destino, puede cambiar en forma dinámica en un período relativamente cortos.
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