PUERTO PLATA.-Aunque la crisis en que está sumido el turismo en Puerto Plata estalló en el año 2001, ésta se venía gestando desde finales de la década de los años 80, como resultado de una bien orquestada conspiración de empresarios turísticos del Este del país que contaron con el respaldo y la complicidad de funcionarios del gobierno Central.
Esa conspiración fue facilitada por la falta en Puerto Plata de instituciones empresariales fuertes, la ausencia de sindicatos con un liderazgo con una visión que se extendiera más allá de los intereses de sus miembros y funcionarios que no supieron cumplir con su misión reguladora de los servicios a prestar a los turistas.
Las autoridades municipales de Puerto Plata y Sosúa también facilitaron que esa terrible conjura dañara este destino, por su ineficiencia en la recogida de basura, el mantenimiento del ornato y no poner interés en reclamar a los gobiernos que prestarán más atención al mal estado de las calles y a las carreteras, se evitara la contaminación de las playas y otros males.
Como se recordará durante la gestión del empresario Ramón Alfredo Bordas (Chito) como secretario de Estado de Turismo esa crisis que se incubó más de 10 años explotó, cuando más de 30 pequeños, medianos y grandes hoteles en Sosúa, Cabarete y Puerto Plata, con problemas de higiene y otras deficiencias, cerraron sus puertas.
El cierre masivo de hoteles recibió una gran cobertura en los medios escritos y electrónicos del país durante casi un mes, provocando que el presidente Hipólito Mejía destituyera a Bordas y designara en su lugar al doctor Rafael Suberví Bonilla (Fello), que ocupó esa cartera durante el gobierno del presidente Salvador Jorge Blanco.
A los pocos días de su nombramiento en año 2003, Fello Suberví Bonilla viajó a Puerto Plata y realizó un encuentro en el residencial turístico Star Hill, Montellano, con funcionarios y empresarios vinculados al turismo con el objetivo de preparar un plan para relanzar el turismo, pero fue muy poco lo que logró.
Igual suerte corrió su esposa Miguelina Ortíz de Suberví, que lo sustituyó en el cargo. También fracasó Félix Jiménez (Felucho), durante cuya gestión se hicieron los esfuerzos más importantes para sacar su estancamiento el turismo local y aunque los puertoplateños estamos apostando a que no corra igual suerte el actual Ministro de Turismo, Francisco Javier García, la lentitud de sus planes y acciones han comenzado a crear dudas.
Por ese motivo le recomiendan al responsable del Ministerio de Turismo que revise de arriba abajo sus planes y proyectos y que actúe sobre lo más importante, que concentre toda la fuerza en un logro único, que empiece una tarea tras terminar la anterior y que comience a decir no a las personas y las tareas improductivas que se le acercan a susurrarle fómulas y recetas para relanzar la Novia del Atlántico.
Francisco Javier García debe destinar los recursos que se requieren para poner en marcha las obras que se han sido aprobadas, como son el rescate del Centro Histórico, la construcción del anfiteatro de la puntilla del malecón y la remodelación del teleférico y poner en marcha una campaña de concienciación de la ciudadanía para que no vuelva de retorcerle el "pescuezo" a la gallina de los huevos de oro, cuando sea revivida (¿?).
Los puertoplateños aspiran también que se destinen, no US$400,000.00, sino US$10.0 millones de los US$60.0 millones que destina el país para campaña institucional para promocionar de manera individual a Puerto Plata en los mercados turísticos emisores que sean susceptibles de ser conquistados para que vengan a Puerto Plata.
Asimismo, demandan traer urgentemente los técnicos de la Asociación de Cruceros del Caribe para que hagan las recomendaciones que son necesarias para que los cruceros retornen a Puerto Plata y recordarle al presidente Leonel Fernández que los cuatro años más que le pidió a los electores puertoplateños para construir la terminal de cruceros y de cargas y para ampliar la carretera Puerto Plata-Navarrete, así como su paciencia se están agotando.
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